UNIVERSIDAD ESTATAL DE MILAGRO

MATERIA:

EXPRESIÓN ORAL Y ESCRITA

TEMA:

REFLEXIÓN DE INTERTEXTUALIDAD

DOCENTE:

DIANA JESUS BURGOS MENDIETA

ESTUDIANTES:

YOSAIRA MARICELA BENAVIDES BARRIGAS

ESTEBAN RICARDO LÓPEZ VEGA

MEDRANO SÁNCHEZ LUISA ADRIANA

SUSAN LISBETH CUENCA ALVARADO

AÑO LECTIVO:

2019-2020

ELEMENTOS EN COMÚN

Explícitos

La Luna

Implícitos

Amor hacia la luna

 Los ayuda a encontrar felicidad

Mejora sus vidas

PEDRITO Y LA LUNA

Había una vez un niño llamado Pedrito, él vivía con sus abuelos, porque sus papás habían fallecido tiempo después que él nació.

Su mamá era una mujer muy hermosa y le gustaba ser solidaria con todas las personas, y a su papá le gustaba repartir comida a las personas necesitadas.

Pedrito adquirió muchos de los valores de sus padres ya que era muy tierno y siempre trataba de ayudar en todo lo que podía a las personas y en especial a sus abuelos.

Pero pasaba algo muy doloroso en la vida de Pedrito, siempre por las noches, él recordaba a sus papás, se sentaba a lado de su ventana, miraba al cielo, veía a La luna, y le decía:

Luna, siempre te veo por las noches y me doy cuenta que eres muy hermosa, grande y blanca, además, eres la única que me acompaña en mi dolor y está junto a mí siempre que recuerdo a mis papás, como desearía, que me pudieras cumplir el deseo de volver a ver a mis papás, aunque sea sólo por un día, porque los extraño mucho.

Sin darse cuenta, La Luna lo escuchaba y se ponía muy triste cada vez que Pedrito le decía lo de sus papás.

Un día la Luna, decide hacer algo muy bonito por Pedrito, decide transformarse en un ángel, y en esa noche, la Luna no salió, Pedrito se preguntaba ¿qué pasará con la Luna que el día de hoy no salió?

Y justo cuando terminó de decir esas palabras, en la ventana se le aparece un ángel.

Pedrito se asombró y se asustó mucho, porque nunca había visto un ser angelical, pero retomó fuerzas y le dice: ¿Quién eres tú?

El ángel le responde, soy la Luna, y vine para ayudarte, siempre te escucho cuando lloras por las noches, extrañando a tus papás. Pedrito muy emocionado, abraza al ángel y le dice, yo pensaba que nadie me escuchaba, siempre te hablaba por las noches, porque no puedo desahogarme con nadie más, ya que mis abuelos pasan muy ocupados, y no puedo darles la carga de decirles, cómo me siento.

La Luna, le dice: Pedrito, quiero concederte tu deseo, porque yo sé que eres un niño muy bueno, y necesitas de tus papás, yo sé, que ellos te ayudarán a poder salir de todo lo que sientes.

Justo después de que la Luna le dice eso, Pedrito, se vio en un lugar muy bonito, donde había árboles, pajaritos, todo era muy tranquilo y hermoso.

Cuando Pedrito vio a sus papás empezó a llorar, y corrió a donde estaban ellos, sus papás al verlo, se emocionaron y no podían creer lo que estaba pasando, Pedrito les dice: papás, yo los extraño mucho, y no sé, qué hacer para calmar todo este dolor que siento.

Sus papás sintieron mucho dolor con todo lo que les decía Pedrito, y le dijeron: tranquilo hijo nuestro, no te desesperes, siempre recuerda que nosotros estamos contigo, y aunque no estamos presente en vida, te estamos cuidando desde acá arriba.

Nosotros te amamos, y te dejamos con tus abuelos, porque sabemos que ellos te van a cuidar muy bien, además ellos te aman mucho, siempre que sientas eso, conversa con ellos, y verás que te van a dar mucho amor, y sin darte cuenta te vas a sentir mejor, porque nosotros también estaremos ahí.

Luego de esta conversa Pedrito empezó a jugar con sus papás y fue el día más maravilloso que pudo haber pasado. Justo al atardecer, se aparece la Luna y le dice: Pedrito, ya es hora de que regreses a tu casa, ya está por anochecer y yo tengo que regresar al cielo.

Pedrito se despidió de sus papás y les dijo: no se preocupen, todo va a estar bien, voy a poner de mi parte para que todo esto mejore.

En ese momento, Pedrito apareció en su cuarto, la Luna se despidió de él y le dijo: siempre que quieras hablar con alguien recuerda que tus papás y yo te estaremos escuchando, pero primero conversa con tus abuelitos.

Pedrito muy emocionado decide cambiar.

Desde ese entonces Pedrito nunca más volvió a sentir tristeza, siempre hablaba con sus abuelitos, y luego de esto conversaba con Luna y sus papás.

Fin.